Intercambio e interacción
La educación intercultural responde al hecho de que la sociedad es diversa, múltiple y étnicamente plural, y también porque es imprescindible involucrarse en la construcción de un proyecto futuro del mundo. Ésta realidad global, plural y compleja, caracterizada por el intercambio y la movilidad de las personas y con ellas sus sistemas de valores socioculturales, es un reflejo, tanto de la evolución y creatividad humanas, como de la convivencia enriquecedora de variedades culturales.
La diversidad proveniente de la inmigración en particular, es vista por amplios sectores de la humanidad más como una serie de dificultades, peligros y problemas que como la oportunidad para un enriquecimiento cultural, personal y social. Por ello es necesario potenciar la función transformadora de la educación.
Educar es guiar u orientar para crear capacidades, es transformar, modificar, desarrollar. Educar interculturalmente es fomentar y contribuir en la construcción de un escenario común de convivencia, donde nadie se sienta en posesión de la verdad. La educación sirve para modificar actitudes con respecto a la diversidad cultural y para revisar y transformar nuestros componentes culturales. La educación intercultural parte del hecho antropológico de la existencia de diferentes grupos culturales compartiendo la vida. La perspectiva de la educación intercultural involucra el reconocimiento de los valores y los estilos de vida de todas las personas, siempre que no trasgredan los derechos básicos de los otros. Se trata de una educación centrada en la diferencia, diversidad y pluralidad culturales.
Esta modalidad educativa, llevada a cabo en algunas universidades del mundo, resulta muy eficaz en cuanto a potenciar principios como la comunicación dialógica, así como encontrar valores comunes a las diversas culturas. Se están creando cada vez más programas educativos viables y eficaces a partir de estas premisas. Desde estos planteamientos, la universidad aparece como una zona de encuentro y de cruce de los distintos patrones culturales, como un espacio privilegiado que brinda la posibilidad de reconocer la igualdad en la dignidad de todos.
La educación intercultural beneficia el desarrollo personal humano
La educación intercultural es un reconocimiento positivo de la diversidad. “No basta decir yo soy tolerante, hay que decir yo respeto y celebro lo diferente y múltiple, porque con ello me enriquezco. (1) Lo que sí es característico y fundamental de la educación intercultural es la interacción, la búsqueda del encuentro y el contacto entre personas de diferentes culturas. Hay que reconocer que lo cultural es esencialmente un fenómeno interactivo donde no es posible poner barreras. La interacción hace referencia a reciprocidad, a negociación creativa, a búsqueda en diálogo flexible. Plantear acciones globales participativas que favorezcan el desarrollo de valores, actitudes, sentimientos y comportamientos, que se contrapongan a los estereotipos y prejuicios, que respeten la riqueza de la diversidad y la variedad cultural de una sociedad plural.
“No están preocupados por el dinero del día a día para estudiar ellos van a la escuela y de lo demás ni siquiera tienen la conciencia”.
Las primeras experiencias de educación intercultural de la UAM-X se realizaron en el año 2007 en circunstancias poco propicias para los alumnos, porque no existía un programa institucional de movilidad y por consiguiente no existían becas ni apoyos económicos, pero aun así fueron todas experiencias exitosas. A continuación, Juana Hernández Chavarría, bajo la coordinación de la Dra. Patricia Couturier Bañuelos nos relata su valiosa experiencia en la Escuela Superior de Comercio ESC Dijon Bourgogne ( Burgundy School of Business).