La Marihuana se utiliza con fines terapéuticos desde hace más de 4,000 años, hay evidencia científica que muestra su utilidad para aliviar síntomas de diversas enfermedades, pero también se ha encontrado que los activos que se fuman pueden tener un efecto sobre el nivel cerebral, por lo que hay resistencia para su legalización.
El hombre convivió siempre con las plantas de poder, como son llamadas por los curanderos y chamanes de diferentes culturas. De acuerdo a investigaciones arqueológicas, se encuentra por primera vez en la cueva de Shanidar, en Irak,(1) junto a restos de Neanderthales de 60.000 años.(2) Es originaria de Asia. Antiguos textos hindús nombran y veneran el cannabis sativa o ganja, aseverando que activaba los sentidos, alargaba la vida, disminuía la temperatura y provocaba sueños y visiones.
“Hay muchísimas plantas que son de la familia de la marihuana, hay que ver cuáles de esas vamos a emplear”.
En China, era una planta transcendental para los chamanes. Los tibetanos, los celtas, los egipcios y los mediterráneos son culturas que la usaron tradicionalmente tanto para fines curativos como espirituales. El libro bíblico del Éxodo narra la forma en se ungían los cuerpos con aceite de cáñamo para que entraran en contacto con los dioses. Carl Ruck, especialista en las influencias de los psicoactivos en las religiones, dice: “Hay pocas dudas acerca del rol que jugó el cannabis en la religión judaica. Es imposible que haya pasado inadvertida una planta tan importante en fibra para elaborar textiles y en aceites nutritivos.”(3)
Siempre, durante el transcurso de la humanidad -como se relata en el libro del antropólogo uruguayo Daniel Vidart(4)- el poder decide qué es lo bueno y lo malo para la sociedad, de acuerdo a sus intereses; en algún momento se satanizaron la yerba mate, el café y el tabaco en el sur del continente americano; el vino en Roma; el café en Rusia, los cigarrillos en Inglaterra. Aquello que produce placer siempre termina siendo reprimido.
“La marihuana tiene una gran cantidad de compuestos que pueden llegar a ser dañinos, entre ellos tenemos registrados más de 400 compuestos”.
Cuando el poder, y en la mayoría de los casos el Estado, decide sacar ventajas económicas, se termina la prohibición y se abren las puertas al consumo. Todo aquello que el poder decide que es malo, cuando pasa a ser bueno para su conveniencia se legaliza. Además, lo desconocido y lo censurado desde el poder se convierten en tabú.
Dentro de esta polémica la Dra. Norma Angélica Noguez Méndez y la Maestra Alma Elena Ibarra Cázares, nos aporten sus opiniones y puntos de vista.