El impacto que las acciones de los seres humanos han producido sobre los recursos naturales, que implica entre otras cosas la explotación y el uso de los elementos de la naturaleza para el desarrollo de las ciudades y las poblaciones dentro del sistema capitalista, nos condujo a la búsqueda de conceptos que involucraran un conjunto de componentes necesarios en su conservación y aprovechamiento. El concepto de desarrollo sustentable se usa dentro de la economía, ecología, agricultura y en casi todas las disciplinas tanto de las ciencias sociales como de las biológicas para referirse al mantenimiento del desarrollo por sí mismo, gracias a que las condiciones sociales, económicas y ambientales lo permiten.
A finales de los años 80 publiqué por primera vez un texto sobre sustentabilidad en la agricultura chinampera, en el año de 1991 me fui a Estados Unidos a estudiar en el primer programa de Agricultura Sustentable. Posteriormente cursé un doctorado en Antropología y regresé a Milpa Alta y a Xochimilco, mis anteriores objetos de estudio.
He transcurrido con el concepto de sustentabilidad desde la unidad doméstica familiar campesina hasta lo regional y lo nacional, enfocándome fundamentalmente en ella desde el punto de vista de las unidades familiares y de las regiones. Lo he usado en publicaciones desde el 1992 y al mismo tiempo desarrollé la temática de agricultura urbana sustentable, sin embargo, aunque existe un extenso historial y múltiples antecedentes que han marcado diferencias en cuanto a las formas de relacionarse entre sí y con el medio, aún es largo el camino para identificar y poner en práctica las sendas apropiadas para lograr un verdadero Desarrollo Sustentable.
He estado en las tres divisiones y presumo de ser el único profesor que ha publicado, formado estudiantes y hecho investigación en ellas. Eso me llevó a publicar en la revista Sainz y a conseguir una patente como obtentor de una variedad vegetal conjuntamente con un colega egresado de Agronomía en 2016. Esto me ha dado muchas satisfacciones, entre ellas ingresar al Sistema Nacional de Investigadores, fui el primer profesor del Departamento de Producción Agrícola y Animal en hacerlo.
La patente consistió en obtener una variedad vegetal de alcatraz a través de una cruza de material genético de dos plantas, una femenina y otra masculina y se obtuvo una variedad que se consolidó y logró la estabilidad genética. Trabajé en este proyecto con el Dr. Juan Guillermo Cruz Castillo, profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo con el cual he seguido trabajando hasta ahora. La idea es que los productores en zonas templadas tengan opciones de producir flores de corte, como es el alcatraz, y que esa opción les produzca algún ingreso alternativo al cultivo de maíz.
Me gustaría que los alumnos sepan que la investigación que se hace en los trimestres de licenciatura, en posgrado y la investigación como carrera es una de las áreas de desarrollo humano y profesional más ricas de la vida. Realizar investigación implica tiempo, dedicación, sacrificios y disciplina, pero es una contribución a la sociedad que siempre impactará en su desarrollo, genera aportes a la ciencia y a la educación, contribuye al desarrollo de habilidades cognoscitivas y de abstracción, potencia la reflexión y la sensibilidad social y política. Es a través de la investigación que se puede ayudar a plantear la solución correcta de los problemas. Siempre hay algo que las demás personas no han dicho y que se puede decir desde la investigación en cualquier área. La investigación más que una materia, una tesis o un requisito académico obligatorio es un compromiso de la universidad para dar respuesta a la sociedad y generar conocimientos que potencien la capacidad productiva y el crecimiento de las regiones y de nosotros mismos.