Feminismos en México

Los rayos de sol caen al cenit del día en el patio de la Escuela de Medicina. Doctores y estudiantes caminan de un lado para otro, curiosos, escandalizados, estimulados por la prensa. Se asomaban en una sala menor para ver a los Montoyos, regresaban con sus compañeros, cuchicheaban. Rostros inexpresivos, indiferentes, impasibles, acusativos. En un salón de clases, escapando, Matilde repasa intranquila la primera tesis firmada por una mujer para optar por el grado de médico cirujano, su propia tesis que estaba a punto de defender.

Las ideas la azotan. Oscuros presentimientos convergen con desilusión: después de tanto esfuerzo para ese día le negaron presentarse en el Salón Solemne de Exámenes Profesionales, ¿De qué más podrán ser capaces? Confluye el recuerdo del constante rechazo para ser aceptada en la universidad. Piensa en aquella titular de periódico “Impúdica y peligrosa mujer pretende convertirse en médica”. Pero diluye el recuerdo con esperanza; sus páginas manuscritas se le escapan de las manos, la emoción hace de las suyas. Si fue valiente para exigir su derecho a la educación ¿por qué no lo sería ahora?

“¿Qué cambia con esta nueva ola del feminismo? Primero la reivindicación del cuerpo, ya no se preocupan por el sufragio como había preocupado a sus abuelas en los años veinte y treinta, sino por el cuerpo, por el goce del cuerpo, por lo lúdico que tiene el cuerpo femenino.”

El tiempo se dilata y se comprime; no sabe cuánto tiempo lleva allí. Esa historia, su historia, que al inicio le habría costado trabajo imaginar, se interrumpe con el alboroto de los pasillos. Una jubilosa voz amiga entra al salón.

  • ¡Vendrá! ¡Vendrá! ¡Ya abrieron el Salón Solemne!, grita.

Muda, Matilde interroga con la mirada.

  • ¡El Gral. Porfirio Díaz será tu testigo! ¡¿Qué esperas?! ¡Tienes que recibirlo!

Conmovida, estupefacta y sobre todo aterrorizada, Matilde salta instintivamente de su lugar, digiriendo la noticia con un remolino de emociones que lucha por controlar. Camina hacia la puerta del Salón Solemne, tras la mirada de sus compañeros, atónitos. Montoyistas y no Montoyistas en el mismo lugar. Sus amigas y amigos aguardan en el Salón. Ruido de carrozas, escoltas custodiando el edificio. Don Porfirio Díaz camina hacia ella, de su brazo Carmelita. Después de un saludo cordial están todos listos para iniciar el acto.

El presidente del jurado dio inicio a la sesión. Matilde releyó el título del documento que tenía en sus manos, “Técnica de laboratorio en algunas investigaciones clínicas”. Alzó la mirada hacia el jurado, y con firmeza y seguridad, sonrió.

En 1887 Matilde Petra Montoya Lafragua recibió el título de Médico Cirujano por la Universidad Nacional de México (UNM, hoy UNAM). Fue la primera mujer que estudió y se tituló como médica en México. Pero no se trata de un dato aislado: lograr su título fue una lucha constante hacia el rechazo y las trabas burocráticas que la tacharon de inmoral a ella y todos quienes la apoyaron (los llamados “Montoyistas”). Después de ser rechazada de las escuelas de medicina de la UNM y de la Universidad de Puebla, e incluso de ser dada de baja una vez inscrita, nunca desistió.

Tal vez la historia de aquella tarde del 24 de agosto de 1887 fue distinta de nuestro pequeño relato, pero es indudable la importancia de ese momento para la historia de las mujeres. Para 2015, por ejemplo, el 61.94% de egresados de la Facultad de Medicina de la UNAM son mujeres, y para el mismo año en nuestra Unidad Xochimilco las mujeres representaron el 50.5% de egresados de la misma licenciatura.

¿Quieres conocer un poco más sobre Matilde? Lee el artículo de la revista Medicina Interna de México y las reseñas de la FES Iztacala de la UNAM y del Reforma sobre su historia.

Estas acciones cotidianas, llenas de valentía, han construido una participación de las mujeres más abierta y libre, sin embargo son apenas el inicio de una lucha constante para abrir paso a la paridad de género en nuestra sociedad. El examen profesional de Matilde fue el inicio de una lucha de las mujeres por integrarse a las actividades académicas y científicas; el reconocimiento del voto de las mujeres en 1955 es también el primer paso a una lucha por una participación política efectiva para las mujeres. La Dra. Ana Lau Jaivén, profesora investigadora del Departamento de Política y Cultura, aborda el tema de la participación política de las mujeres y nos introduce en su mundo de investigación histórica en los estudios de la mujer.

https://enlacesx.xoc.uam.mx/wp-content/uploads/2022/11/ana_lau.pdfArtículo completo

Dejar un Comentario