En el mundo muchas cosas están cambiando aceleradamente debido a las nuevas tecnologías y al acceso que cada vez más seres humanos tienen a ellas. Esto tiene una cara positiva y múltiples ventajas para la sociedad, pero también tiene una cara oscura, pues implica pérdidas en algunos escenarios, pérdida de empleos y vacíos que pueden crear escenarios peligrosos.
Para las librerías la situación actual es de incertidumbre, aunque hay muchos optimistas que aseguran que el libro en papel seguirá teniendo por mucho tiempo un rol predominante con respecto al libro electrónico. Para hacer posible esta visión optimista, debemos adaptar la librería y adecuarla a los tiempos modernos, modificar sus sistemas informáticos, utilizar poderosas webs de venta para todos los formatos, aparecer en las redes sociales, proponerse como un espacio cultural y activar el área donde se ubica, además de estar vigilantes del desarrollo e incorporación a la demanda de los libros electrónicos.
Los libros electrónicos no son excluyentes, aunque la experiencia de leer en papel y la de hacerlo en pantalla son esencialmente distintas. Las dos son buenas y complementarias y creo que convivirán mucho tiempo.
Me siento muy orgullosa de coordinar la Sección de Librería, porque hemos construido y transformado un espacio que ahora es operativo y funciona muy bien, un espacio en el que hemos organizado los libros, autores y editoriales con una lógica que permite al lector buscar un libro determinado, pero además descubrir otros más. El reto a enfrentar es la transformación de la librería en un lugar más lúdico en donde se combinen otras actividades: teatrales, musicales, literarias, y de tertulia. Esta última parte se podrá realizar en coordinación con la Sección de Actividades Culturales, ya que la librería depende de la Coordinación Administrativa, no cuenta con recursos económicos ni humanos para desarrollar esta interesante tarea.
Creo que nos corresponde a todos, como institución y como sociedad, comprender que la librería representa la manera más humana de aproximar a las personas al mundo conocido y a otros mundos imaginarios, a los sentimientos, las emociones, la magia, y que contiene esa invención extraordinaria llamada libro, que en cualquiera de sus formas (impreso o digital) nos acompañará por siempre.
Una librería además de vender libros, vende anhelos, utopías, esperanzas, odiseas, alegrías, reflexiones, ideas y lo hace para toda la familia. Engrandece el espíritu, ayuda a hacer un mundo mejor, más amable. Los invito a visitar la librería, si no se pueden comprar un libro al menos ir a ojearlos y a pensar con ellos. Conozcamos la librería de nuestra Unidad.