Muchos profesores, investigadores y trabajadores sociales en general hemos dedicado gran parte de nuestra vida a la reflexión sobre los procesos de intervención en las comunidades rurales y la insistente pretensión por inducir e incluso forzar a otros seres humanos a encajar o articularse en la modernidad sin considerar que las personas pertenecen a diferentes universos.
No quisiéramos tener que enfrentar las implantaciones y sometimientos, desearíamos dedicar nuestro tiempo a cuestiones conducentes a un cambio social mucho más humano, armónico, distributivo, equitativo, sustentable y fincado en el bien común, sin obliterar el individual, y que no estuviera basado en la ganancia y peor aún en el lucro, que todo distorsionan.
Sobre cómo colaborar en el cambio social comunitario he escrito varios artículos desde hace tiempo, algunos derivados de mi tesis de doctorado, y recientemente he terminado un libro relativo a cómo comprender lo social para colaborar en procesos de cambio de esos otros actores con quienes uno se involucra en el largo trajinar existencial, que espero salga a la luz durante este año del 2020. ¿Voy o me llevan? la investigación del cambio social rural, es parte de ésta reflexión.