Generalmente es en nuestros hogares donde se genera una mayor cantidad de residuos de aceites vegetales. Sucede también en una cantidad importante en los establecimientos del sector terciario como fritanguerías, restaurantes, puestos callejeros, etc. Lo grave no es que se generen estos residuos, sino que carecemos de un manejo adecuado de los mismos.
Cotidianamente entonces se utilizan aceites en la preparación de alimentos y se considera que de cada vivienda resulta un subproducto de aceite vegetal usado procedente de freidoras, sartenes, latas, etc. que, vertido por el fregadero, amenaza nuestros ríos e incrementa los problemas de depuración de las aguas. Estos desechos vertidos irresponsablemente por las coladeras atentan contra el ambiente, y ponen en peligro la salud de las personas y los animales.
FILI representa una solución al vertido de aceites domésticos usados -además de otras formas de tratar el problema como la recogida selectiva del aceite doméstico- a través de la instalación de este filtro específico, económico y de fácil instalación diseñado para retener los residuos grasos de cocina (grasas y aceites usados) cuando éstos son vertidos por la tarja de la cocina al momento de lavar los trastos o utensilios.