Cada día al cantar, voy domesticando la voz, los hemisferios derecho e izquierdo, voy amansando cada cuerda vocal y cada sonido. Cuando termino mis labores diarias estoy cansada pero empiezo a cantar y transformo mi energía, que de estar pesada se vuelve liviana, luminosa, empieza a volar. Creo que toda yo me estoy transformando porque cuando canto, mi electricidad corporal se mueve en un círculo mandálico que no sale de mi cuerpo. Es muy sosegado, muy relajador.
Vivimos un tiempo en que nuestro contacto con el universo es por medio del intelecto. Hay poco contacto espiritual aunque tenemos el cuerpo y el alma además del intelecto. Cantar requiere los tres, es un eco del alma que no se limita a la sola conciencia sino que la trasciende. Abandonarse y convertirse en instrumento de una energía transpersonal es lo que busco. Quiero que la música se trasforme en danza cuando suene dentro de mí, que la música que cante surja de un ser silencioso, no surja desde un caos, no sea el producto de una pesadilla que es lo que casi todos los humanos somos. Antes de cantar dejo de pensar y eso me trae a mi centro.
“Con el coro buscamos promover y generar cultura mediante actividades multidisciplinarias que involucran diferentes procesos de producción de un evento cultural, así como el desarrollo de una formación musical complementaria”
Cuando canto entro en un mundo diferente; ya no estoy en mis pensamientos, mi frecuencia de onda cambia. La música me rodea, empieza a tocar mi corazón, a crear un ritmo que había perdido y es capaz de aportarme la percepción de que puedo existir aunque sea durante unos pocos momentos. Entonces sucede una gran paz y en el corazón se aloja una gran felicidad. Quizá no entienda qué ha sucedido, pero el gran músico, sencillamente toca sobre la base fundamental de que la existencia posee un determinado ritmo. Si puedo cantar de acuerdo con ese ritmo, aquellos que participan en la escucha de ese canto también empezarán a sintonizar con ese ritmo.
El Coro Universitario de la Unidad Xochimilco fue fundado a principios de mayo de 2016 y ya cuenta con más de 40 voces.
El propósito del proyecto que depende de la Coordinación de Extensión Universitaria es la participación, tanto de la comunidad universitaria como de cualquier persona interesada en una educación musical de alto nivel. Busca también promover y fomentar la creatividad y el trabajo en equipo para desarrollar capacidades artísticas en cualquier persona.
En palabras de su director, el Maestro Pedro Castillo Lara, “…el proyecto está dirigido a alumnos de licenciaturas, propedéuticos o bachilleratos en música que hayan cursado canto y tengan interés de apoyar y participar en las actividades del Coro UAM durante un periodo de un año, 430 horas, para cubrir sus créditos con las siguientes actividades: Asistir a los ensayos actividades y conciertos del coro y apoyar a los alumnos de nuevo ingreso con el solfeo y su formación musical…”
“Esta iniciativa se propone la integración de diversas profesiones y disciplinas trabajando en conjunto para la creación, desarrollo, proyección y permanencia de un proyecto cultural nuevo en la Universidad Autónoma Metropolitana. Nuestro esfuerzo está encaminado a generar un coro de prestigio y alto nivel en la universidad, promover intercambios artísticos y culturales con otras instituciones nacionales e internacionales e impulsar valores de convivencia pacífica como son el aprecio y respeto por la diversidad cultural y al trabajo colectivo.”
También es una contribución a la creación de un proyecto de gran impacto con una alta participación de la comunidad universitaria que avanza hacia la profesionalización, con el propósito de crear una entidad que represente a la institución