¿Cómo es el trabajo contemporáneo?
Edificios blancos y grises, con luz artificial, en islas o mesas de trabajo que se multiplican sin fin. Con contratos temporales, por hora o a prueba, a distancia, en casa. Sin antigüedad ni prestaciones. Con puesto flexible, horario flexible, actividades flexibles, para manufacturar actividades en masa, con responsabilidades de jefe, pero con salario mínimo. Implica vivir en la incertidumbre y no pensar en el futuro.
Implica trabajar para una empresa, pero estar contratado en otra. En la era del outsourcing todos demandan que hagas tu trabajo bien, todos son tus jefes, pero nadie quiere ser responsable de tu seguridad social. No debes estar embarazada, tener VIH, tener discapacidad, y debes tener “buena presentación”, por mencionar algunas tendencias.
“Las personas son vistas como puentes para lograr algún objetivo específico, donde gobiernos, instituciones, empleadores y prestadores de servicios se conjugan para obtener un beneficio.”
La doctora Teresa Farfán, profesora investigadora del Departamento de Política y Cultura, preocupada por todo lo anterior, escribe para Enlaces Xochimilco sobre “Los riesgos del trabajo contemporáneo”. Identifica las características particulares de la precarización del trabajo y reflexiona sobre su continuidad y la falta de interés de las autoridades por normativizarlo, a favor de los ciudadanos.
Basada en la flexibilidad laboral y una nueva División Internacional del Trabajo, desterritorializada. Aborda temas sobre el comportamiento y las relaciones laborales de nuestra época: de nuevas formas de contratación, del pago por hora, el outsourcing, los salarios caídos, la transparencia sindical y la equidad de género, aunque sólo los expone, cada uno es un universo de información, estadísticas y reflexión.