El diseño industrial para la creación de dispositivos terapéuticos y médicos ocupa un lugar muy importante y cada vez más solicitado. En el desarrollo de un producto, el diseñador industrial debe tener en cuenta al actor clave, el usuario, y evaluar todos y cada uno de los aspectos en los que interviene el diseño, desde el funcionamiento hasta el mantenimiento. Un equipo con un buen diseño impacta tanto en los usuarios como en la práctica médica.
Los diseñadores debemos hacer investigación con el personal de salud para desarrollar y evaluar sistemas y productos tales como órganos artificiales, prótesis, instrumentación, sistemas de información, dispositivos para procedimientos médicos, etc. Durante el transcurso de la investigación y el proceso de desarrollo de aparatos para la salud y el bienestar hay ciertos aspectos que se deben resolver: interactuar con los beneficiarios para conocer sus necesidades, seleccionar los materiales más adecuados para brindar la mejor solución, generar desarrollos eficientes, que cumplan con las normas correspondientes y que sean competitivos en el mercado.
La incorporación del diseño en un producto tiene que ver con la coherencia e integración, con la solución a la mayor cantidad de necesidades de los usuarios, con los espacios y tratamientos con los que está involucrado. El diseño se percibe cuando un producto resiste el uso intensivo sin comprometer la seguridad y eficiencia en el tratamiento, es también un espacio de comunicación e integración de los diferentes actores; el diseño industrial tiene un potencial enorme y fundamental en el avance de las ciencias de la salud.
Teniendo como marco teórico lo anterior, he diseñado un producto terapéutico que tiene que ver con la salud y el bienestar, se trata de una tobillera postural para la corrección del pie equino varo por espasticidad, veamos de qué se trata.