Cuando el ser humano sabe que en ciertas situaciones tiene que actuar de una manera determinada, crea mentalmente escenarios o ambientes buscando responder de forma adecuada. “Simular” es nuestra forma de actuar ante sucesos que requieren de nosotros respuestas para preservar fundamentalmente el equilibrio y/o la vida.
Durante el proceso educativo de la vida, de uno u otro modo estamos expuestos a situaciones simuladas, representadas por problemas matemáticos, situaciones sociales, sucesos geográficos, etc., que reproducen realidades, generándonos la capacidad de resolver situaciones de forma competente.
En la medicina más que en cualquier otra disciplina la simulación es una técnica fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje. Consiste en utilizar un modelo de un ser humano adulto, con todos sus sistemas anatómicos y físicos y llevar a cabo experiencias con el mismo con la finalidad de comprender el comportamiento del organismo manipulando y controlando virtualmente una realidad, realizando secuencias necesarias para estabilizar, modificar y revertir procesos que de forma directa e indirecta afectan la normalidad del ser humano.
Los estudiantes de ciencias de la salud aprendemos e interactuamos en forma real con los pacientes que de forma directa o indirecta podemos examinar, aprendemos métodos diagnósticos, tratamientos adecuados y guiados por el docente, se nos permite, bajo ciertos parámetros y límites, interactuar con ellos. Sin embargo, existen escenarios reales en los cuales sólo podemos permanecer como observadores pasivos la mayoría de las veces, como son las áreas de hospitalización, urgencias, unidades de terapia intensiva, salas de parto, quirófanos, entre otros.
Por lo anterior la utilización de la simulación -en cualquier ambiente educativo donde se pueda controlar, medir, perfeccionar y evaluar, mejora el aprendizaje- es una excelente herramienta educativa para entender y buscar la relación entre saber, hacer y ser, con lo que se logra ser mejores docentes y estudiantes porque el estudiante se enfrenta a situaciones complicadas que debe resolver.
Con la utilización de “Hall”, un simulador existente en la UAM-X, los estudiantes hemos podido evaluar diferentes cuadros clínicos.