Los pueblos indígenas han existido siempre sobre un territorio, lo disfrutan, lo conservan, lo utilizan; es la fuente de su reproducción, lo que les permite tener autonomía, identidad y vivir dentro de una relación particular con la naturaleza, su conocimiento y su conservación. Ha sido una propiedad ancestral en la que desarrollan sus capacidades productivas y se han generado ciertos derechos sobre la tierra por haberla habitado durante toda la vida.
El despojo del territorio siempre ha sido una de las causas de la lucha y el conflicto de los pueblos indígenas, lo han enfrentado históricamente en varios momentos y con características particulares. El despojo de la tierra ha tenido varios rostros surgidos delos movimientos guerrilleros y de resistencia de los pueblos indígenas en Latinoamérica.
Despojar a una comunidad de sus tierras no sólo implica la disminución del patrimonio de sus pueblos sino que pone en riesgo su existencia porque desde su cosmovisión la tierra y la naturaleza, de la cual el ser humano es parte, forman un ente inseparable.
El eje fundamental de mi trabajo investigativo ha transitado por los temas relacionados con el movimiento indígena que históricamente se ha movilizado por la tierra, la comunidad indígena insurgente, las formas de resistencia y transformación social en América Latina, particularmente en tres países: Perú, Bolivia y México.